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El procurador Fiscal de la Federación (PFF), Carlos Romero Aranda, caracterizó como positivo que los contribuyentes tengan miedo de la autoridad fiscal, el Servicio de Administración Tributaria (SAT)
“No es sólo tener gente en la cárcel, queremos tener un equilibrio entre la parte persecutoria y la recaudatoria. Para eso debemos tener la parte inhibitoria. Cuando estamos atacando, cuando hay autoridades fuertes, donde se le volvió a respetar al fisco en su carácter de autoridad fiscal, eso hace que la gente cumpla más. Con todo respeto, que se le tenga miedo al fisco, que sepan que sí hay consecuencias”, dijo el funcionario en su participación en las Primeras Jornadas Jurídicas de la Procuraduría Fiscal de la Federación y la Coordinación del Programa de Posgrado en Derecho de la UNAM.
La jefa del SAT, Raquel Buenrostro, a quien apropiadamente se apoda “la dama de hierro” en los círculos de fiscalistas, también ha hecho lo propio. La funcionaria es la punta de lanza de una agresiva campaña de fiscalización que logró recaudar 214 mil millones de pesos de los grandes contribuyentes. Cada gran contribuyente (aquellos con ingresos de más de mil 250 millones de pesos en un año) contribuyó con unos 104.3 millones de pesos, 2.2 veces más que en 2019.
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Baja la percepción de riesgo
Con todo, según cifras del propio SAT, los contribuyentes cada vez tienen menos miedo del fisco.
El SAT publica información estadística periódica sobre varios temas, entre los que destacamos las encuestas trimestrales sobre percepción de riesgo, que publica desde 2010. Gracias a esta métrica observamos que a partir de 2019, fecha que coincide con la entrada de la actual administración, la percepción de los contribuyentes encuestados se disparó.
En 2018, el 32.5% de los encuestados respondió que era muy o algo probable ser objeto de una sanción por parte del SAT. La cifra pasó a 85.25% en 2019 y se redujo ligeramente a un promedio de 83.75% en 2020. Durante estos tres años, el valor más bajo corresponde al cuarto trimestre de 2020, en que el 80% respondió que era algo o muy probable ser sancionado por el fisco.
De acuerdo a una nota metodológica del SAT, a partir del primer trimestre de 2019 cambió la pregunta con la que hace la encuesta, “haciéndola proyectiva con la finalidad de que el contribuyente se sienta en libertad de expresar su postura sin temor a ser señalado en lo particular”. Por tanto, los datos de 2019 no son precisamente comparables con los de años anteriores.
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